Este cuento trata sobre una bruja a la que le apasiona el color negro y todo en su vida es de este color: la casa, las cortinas, los muebles, los platos… Y, por supuesto, ¡su gato! Como es de esperar, esta monocromía le acaba provocando problemas con el gato, y para superarlos, la bruja Endunda debe evolucionar y dejar paso a otros colores para poder seguir viviendo juntos.
Un cuento para enseñar a los niños a respetar la experiencia, que muchos adultos ya vivimos.
La oruga era muy pequeña, pero tenía un hambre enorme. Así que se pasó todo este cuento comiendo, atravesando página tras página. Hasta que finalmente se convirtió, como todas las orugas, en mariposa.
Un libro agujereado de verdad por la muy glotona.
Un libro agujereado de verdad por la muy glotona.
La unión hace la fuerza y el pez chico no siempre ha de temer al grande. Un clásico recuperado lleno de riqueza cromática para abordar también la superación de los miedos y el valor de la diversidad.
De camino a casa, Erizo encontró una caja llena de globos. Al intentar inflar uno, el globo explotó al tocar sus duras púas. Erizo fue a buscar a Conejo para que le ayudara, ¡pero sus grandes dientes se lo impedían! Así que fueron a buscar a Ardilla para que les ayudara, pero no pudo porque era demasiado pequeña. Los tres se encaminaron a buscar a Oso, que era mucho más grande que ardilla: Oso infló un globo, ¡pero explotó porque era demasiado fuerte!
Los cuatro amigos, compungidos, fueron a pedir ayuda al sabio Búho y tampoco pudo inflarlos. Tristes, se sentaron a la orilla de una charca; una rana apareció y les pidió un globo. ¡Pero cómo iba a inflarlo, tan pequeña y resbaladiza! Los cinco amigos se miraron, pero finalmente le dieron la caja de globos… ¡Y la rana sopló y sopló hasta inflarlos todos!
Un cuento perfecto sobre el trabajo en equipo, la importancia de saber pedir ayuda cuando la necesitamos y, también, sobre no juzgar las capacidades de los demás únicamente por su aspecto físico.
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